CRONICAS

18 AÑOS DE REGRESO A ANGOSTURA

En Diciembre de 1996 crucé por primera vez el puente sobre el río mas grande del país, como aquella tonada de Rincón Morales ¡¡¡Orinoco río hermoso!!! me enamore de él.



La zona norte del Estado Bolivar en Venezuela esta comprendida por dos grandes ciudades, Ciudad Bolivar que es su capital y un patrimonio histórico de Venezuela desde su colonización, y Ciudad Guayana (Puerto Ordaz) que es su capital financiera, económica y productiva.


Hoy, 18 años después de pisar Ciudad Bolivar por primera vez, siento que el tiempo no ha pasado por la ciudad y sus calles me gritan como un aura de olvido sus ganas de morir. Muchas personas hablan de gente fea, pero ellos no existen, es el lugar lo que lleva a las personas por añadidura a perder el incentivo a sonreír, a sentir la brisa y el sol acariciar su piel.







En cambio Puerto Ordaz es como Sauron, rodeada por sus Ents de metal y centros comerciales abarrotados de tiendas con ropa, electronica y ferias de comida. Es una urbe que consume su entorno tanto como a si misma.




 Guayana ha sido por herencia emocional, un lugar amado en la distancia, ese paraíso que me afianza el sentir venezolano y que hoy en día me demuestra la desigualdad de los espacios y por ende, de las personas que allí viven.



 A pesar de las dificultades los guayaneses adoran su morada, un lugar mágico que tiene las formaciones mas antiguas del planeta, el rio mas grande del país y el territorio regional con la mayor reserva de recursos minerales, aun así, es tan rica y tan pobre como esta hermosa nación, con su aeropuerto siempre retrasado y vidas agotadas de la rutina que caracteriza la cotidianidad de la Patria de Bolívar.